Hace ya algunos días, e incluso algunos meses...cuando todo esto comenzó...os contamos un cuento precioso: La ovejita que vino a cenar. ¿Os acordáis? Al final del cuento, los dos protagonistas parecían contentos y felices pero...¿queréis saber lo que pasó después?
Entonces, no os podéis perder esta segunda parte, escrita e ilustrada por los mismos autores (Steve Smallman y Joelle Dreidemy, respectivamente), para ver qué ocurre con nuestros personajes y...no solo con ellos, sino también con algunos de sus amigos.
¿Cómo acabará? ¿Seguirán siendo amigos el lobo y la ovejita? Escuchad y mirad atentamente para saber lo que pasa.
¡Os encantará!
Y para vosotros, papás y mamás, dejamos aquí algunas recomendaciones de libros que os pueden gustar:
No importa que la letra no sea en cursiva o mayúscula (aunque los de este tipo también vienen muy bien), pues tenemos que recordar que leer no es solamente "decodificar", sino que también cobran importancia otros aspectos como la comprensión lectora, los valores que se transmiten, la calidad estética y, sobre todo, el disfrute a través de esta actividad. Por eso, a la hora de seleccionar un cuento, debemos tener en cuenta muchos más factores que el de la fuente tipográfica o la cantidad de texto que tiene.
Por otra parte, es estupendo que les animemos a que sean ell@s quienes intenten descifrar lo que pone, pero sin que esto llegue a convertirse en una tarea demasiado ardua y tediosa, porque entonces conseguiremos que se produzca el efecto contrario (que desarrollen aversión por la lectura). Para que esto no ocurra, podemos ·negociar" con ellos/as en función de cómo se encuentren ese día, de la dificultad del libro o de su momento evolutivo y, sobre todo, procurar que este siga siendo un momento de lectura compartida . Pongámonos en su lugar: "si cuando era pequeñ@ mis papás me contaban cuentos y ahora que empiezo a leer me dejan sol@, a lo mejor no me interesa tanto aprender esto...".
Ahora bien, ¿cómo podemos favorecer la lectura compartida?
- Leyendo una página cada uno.
- Leyendo una frase cada uno.
- Leyendo el adulto la mayor parte del texto y el niño/a solo algunas palabras significativas.
- Leyendo nosotros el cuento y haciendo preguntas para que luego él/ella las conteste.
- Etc.
Os dejamos con este pequeño extracto de una de las obras maestras de Roald Dahl: "Matilda solo iba a la biblioteca una vez por semana, para sacar nuevos libros y devolver los anteriores […]. Los libros la transportaban a nuevos mundos y le mostraban personajes extraordinarios que vivían unas vidas excitantes […] Viajó por todo el mundo, sin moverse de su pequeña habitación”.